martes, 5 de mayo de 2015

The X Files: Pasión por lo desconocido

Qué grandes los tiempos en los que veíamos calentitos en el sofá, arropados con una mantita y un buen café/ té o colacao según gustos ( y edades ) un episodio doble de Expediente X ( X Files) ¿te acuerdas?.
 Personalmente era un GRAN fan de la serie, del agente Fox Mulder tan crédulo irreverente, testarudo y divertido (a su manera) y la fría y matemáticamente escéptica pero absolutamente sexy agente Dana Scully llenaban las pantallas de nuestra cajas tontas de manera magistral. Cada episodio era un misterio nuevo, uno más a añadir al petate del señor "Spooky" ( siniestro, como apodaban a Mulder sus compañeros) y otro maquiavélico giro de los acontecimientos de manos del siempre oculto y desesperante "fumador". Amén de la tremenda tensión sexual no resuelta entre los dos protas y la exasperante ( a veces) costumbre de la agente Scully de negar los hechos " frente a sus propias narices" por no tratarse de algo "racional y aceptado por la ciencia"... sí, era exasperante a veces, pero se lo perdonábamos por sus espectaculares ojos azules ¿a que sí?.
Dana-Scully-laboratorio


lunes, 4 de mayo de 2015

XXI Gran Feria Medieval de la villa del Álamo: Un viaje en el tiempo

En estos momentos tengo en la boca del estómago un sentimiento agridulce. Agrio por la sencilla razón de que ayer fue el último día de mi tan preciado mercado medieval. Se trata para mí del momento más especial y visceral del año, en el que siento en mis entrañas el son de los tambores de guerra, la arenga de las gaitas y el repicar del acero templado.Y dulce, porque como cada año disfruto como un niño en estos días, no lo puedo negar. El mercado medieval del Álamo me hace poner mis piececillos de goblin a bailar y el corazón me late al son de los cascos de un percherón al golpear el suelo empedrado.
Fauno

sábado, 2 de mayo de 2015

Puertas infantiles: diseños para un mundo de aventuras

No sé tú pero yo de pequeñajo cuando cerraba la puerta de mi cuarto significaba que la iba a liar parda.Tan pronto me metía a jugar en mi dormitorio (normalmente pertrechado con de un montón de cachivaches que recogía por casa como hueveras, botellas de plástico, muñecos... para utilizar en mis aventuras) se podía sentir en el ambiente que una batalla campal estaba a punto de comenzar.
Aún recuerdo con cariño como utilizaba los antiguos envases de suavizante para la ropa ¿te acuerdas de esas botellas azules de plástico enormes de forma ovalada que pesaban un quintal? ( no esos nuevos de ahora anatómicamente adaptados para el siglo XXI con no sé cuantos componentes ultra y mega ) no no aquellos de antes con los que no hacía falta ir al gimnasio para ponerse cachas.Pues sí,para mí, eran fuente inagotable de ideas con las que montar aventuras. Con ellos me las ingeniaba para hacer cabezas de dinosaurio con las que asustaba a mis primos con "ficticios" ataques de velocirraptores sedientos de sangre o enormes T-REX que intentaban echar la puerta abajo ( jeje desde aquí les pido perdón por los sustos que les daba y las películas que montaba aquellas tardes después del cole y el bocata de nocilla) o servían de base para el cuerpo de criaturas monstruosas de papel aluminio y alambre que campaban a sus anchas por mi habitación.